miércoles, 23 de noviembre de 2011

NO SABES A DÓNDE VOY

Estoy frente a los rostros de la gente mayor,
de ti, Éfeso,
el peso de todo tu dolor
que me viene como una ola de mar, a clamar
la gente ha empezado cuando enseño mi frente
y en su ceño el sudor de la sal de mar:
la gente no sabe adónde me voy.
No sé adónde voy,
mi espíritu encadenado va encaminado a la cuna del pueblo,
la cuna de la fe.
Estoy claro y la cuna es la tumba
que es la puerta a la cual paso antes.
Paso, no llores.
Yo lloro por que te levantes.
Porque yo sé que
no volverás a ver mi cara,
no volverás atrás,
terminarás la vida cara de esta muerte falaz.

Estamos de rodillas,
a mi lado quisiste estar y llorar
junto a la mar que llora con las olas
las arenas solas,
como estaremos tú, yo, en la cristalina mar
sin llorar
y no a solas.

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