Empezando de abajo, de la rivera, del arropar
de diamantes,
¿acaso puedes mostrar?
Jugaremos a la cuerda en un dos tres.
Es la caída del sol.
Es la manzana atada a tu corazón,
pintada con polvos de buen crisol
especialmente como una canción.
Muero un minuto más:
piensa en un poco atrás.
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