miércoles, 20 de abril de 2011

Hazmerreír

Indecente propuesta de vida la tuya una vez
que apenas pudiente, reticente, perdido en el estrés,
mi vida la rendía a ti.
Y tú, diz que cohibida, sentí,
hacías gesticulaciones hórridas de emociones,
de alegrías vacías, de desencanto, bufones
no veían de trajes los pájaros
llenar de bulos los cántaros.
Sonabas falsa, yo aún así,
clavado en tu falsedad, quizás, te lo creía todo,
quizás náufrago de tus ojos, en aquel mar de lodo
que de pago ese día recibí.

Pero ahora una efectiva lección en mi mente,
recordación apenas selectiva y aquiescente,
para darle directo al blanco,
sin gastar, con paso de zanco;
cómo caer en el mismo hoyo, es ya otro rollo,
actualmente mi panorama luce más playo,
y desde lo alto atalayo, leal
a mi buen sentimiento real.
Recuerdo, luego olvido cinco
malos recuerdos muy pronto: con el filtro espiritual.
Ojalá pudieras ver que me diste bien en vez de mal.
Hoy en día de júbilo brinco.

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